martes, 24 de abril de 2007

Día 4 de Abril de 2.007- Elgin-Lago Ness

Abandonamos The Croft en Elgin para dirigirnos a ver el Lago Ness. Eso sí, después de un copioso Scotish Breakfast: consistente en bacon, huevos de todas las formas (escalfados, fritos, pochados, revueltos...), salchicha, champiñones fritos, mermelada, tostadas de plan blanco y moreno... o sea, colesterol a borbotones. A ver, el primer día te hace ilusión semejante desayuno pero al siguiente ya no tanto, y al tercero... puaf!


Nos gusta a todos comer pero eso ya es gula. Qué cantidad de comida!



Nos pusimos rumbo al Lago Ness pasando por Inverness. Deseosos todos de encontrar a la famosa Nessie. Que para los no entendidos diré que es hembra. "Una monstruo", vamos. La buscamos sin éxito... pero después nos enteramos de algo que luego contaré.


La leyenda de "la monstruo" comenzó en el siglo VI cuando San Columbano -monje irlandés que evangelizó Escocia- evitó que "un enorme animal semejante a una serpiente" atacase a un hombre que nadaba en el lago; sin embargo, la "monstruomanía" se desató a mediados del s. XX cuando todos los periódicos británicos publicaron el encuentro de Mary Hamilton, en 1933, con "un animal de cabeza pequeña y cuello muy largo y delgado que debía medir 24 metros de largo".

Había nacido el mito (merchadising, vamos).

Los tabloides ofrecieron suculentas recompensas a todo el que facilitase información sobre el monstruo e incluso instituciones de tanto prestigio como el British Museum, el diario "The Times" o el Parlamento iniciaron sus propias investigaciones; en tan sólo un año se recopilaron más de 600 testimonios con descripciones de testigos que incluso aportaban imágenes, tanto fotografías como filmaciones, de lo que ya nadie dudaba que era un auténtico plesiosaurio; es decir, un dinosaurio marino del periodo jurásico.
Un año más tarde, en 1934, se tomó la famosa imagen de la cabeza del animal asomando fuera del agua; la foto se atribuyó al físico inglés Robert K. Wilson y muchos entusiastas la consideraron entonces como la prueba definitiva de la existencia del monstruo.

Hoy día, sin embargo, sabemos que fue un fraude.



En 1993, un hombre llamado Christian Spurling confesó, en su lecho de muerte, que él y su hermanastro habían sacado aquella foto del "monstruo" atando un juguete a un flotador para vengarse del periódico que había despedido a su padrastro.

El fraude cayó como un jarro de agua fría entre los entusiastas de Nessie y puso en tela de juicio la investigación de muchos especialistas que, a pesar de todo, siguieron intentándolo -sin éxito, todo hay que decirlo- pues todavía no se ha podido demostrar con pruebas, y no con simples conjeturas, que un dinosaurio vive en el lago; y eso, a pesar de que se ha contado con los mejores equipos y con lo último en tecnología para escudriñar cada uno de siete mil millones de metros cúbicos de aguas, negras y oscuras como la boca de un lobo, donde no hace falta sumergirse hasta el fondo, a 225 metros de profundidad, para encontrarse envuelto en una total oscuridad pues, a pocos metros de la superficie, ya no se ve casi nada.


En 1972, una expedición de la Academia de Ciencias Aplicadas de Boston utilizó cámaras subacuáticas y un equipo de sónar para batir el fondo lacustre y, como resultado, obtuvieron la fotografía de una aleta.



Nada concluyente, pero lo justo para que tanto los defensores como los detractores del monstruo utilizaran aquella nueva imagen como un símbolo para demostrar o rebatir, según el caso, sus propios teorías.


Un nuevo estudio, publicado por la prestigiosa National Geographic en 2003, recogió la opinión de algunos científicos que consideraban "una broma" la leyenda del monstruo; aún así, ninguno descartó la posibilidad de que en el lago viviese un gran animal, "pero, desde luego, no un plesiosaurio".

Este animal podría ser un esturión, un pez teleósteo que vive en el mar pero que, en primavera y verano, remonta los ríos para desovar.

El pez, que puede llegar a medir más de 5 metros y pesar unos 200 kg., es de color gris con motas negras en el lomo, donde tiene cinco filas de placas óseas -a modo de púas- grandes, duras y puntiagudas que terminan antes de llegar a su pequeña cabeza.



¿Podría ser éste el monstruo que ha visto emerger del lago tanta gente?








Pol andaba como loco mirando si la veía. Otra vez tendremos más suerte.


También visitamos el Urquart Castle. Según la leyenda, Nessie vive en una cueva bajo las ruinas del castillo de Urquhart, que fue escenario de la película Lago Ness.














Llegamos a Inverness. Encontramos casi sin buscarlo nuestro B&B que esta vez sería Highfield House en la Old London Road. Nos dimos un paseo por la ciudad y nos gustó bastante. Era una ciudad tranquila.

La propietaria del B&B era una señora de unos cuarenta y pico años, muy muy agradable. Su nombre es Margaret. Nos enseñó la casa, que es magnífica y nuestra habitación, muy espaciosa y luminosa.


Después de una ducha, que nos convenía a los tres, nos fuimos a cenar a un restaurante con vistas al castillo de Inverness. No recuerdo el nombre, algo como "Castle Rock" o "Rock Castle".


El detalle "friki" de ese día fue un restaurante que vimos que se llamaba "LA TORTILLA ASESINA". Ahí os pongo un anuncio para el que quiera ir. Se trata de un restaurante supuestamente español donde hacen tortillas; no tiene pérdida, está justo al lado del castillo.



Nos hizo gracia el asunto. Cenamos bien en el Castle Rock (o como se llame) y nos fuimos paseando hasta Hihgfield. Al día siguiente íbamos hacia la Isla de Skye a ver focas!

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